Nuestra historia

Cómo empezó

Aunque no somos taan jóvenes, nuestra historia no es larga. Un domingo tranquilo de verano hace dos años y medio, nos vimos por primera vez para comer brunch en un restaurante muy local en Durham, Carolina del Norte, donde vivimos. Ciertamente, nos conocimos en línea (gracias, Bumble) y charlamos un par de semanas antes de vernos en persona. Ambos teníamos cosas que hacer y no pensábamos que fuera a tomar mucho tiempo, ¡y al final terminamos quedándonos hasta que cerraron!

Luego tuvimos una segunda cita. Pete encontró un restaurante que acepta mascotas para que perrita de Toni, Bonnie, también pudiera ir. Alegremente, el encuentro fue un éxito y se cayeron (muy) bien. Después de salir unas veces más, Pete partió a su esperado viaje alrededor del mundo por un mes entero. Se aseguró de llamar a Toni casi todos los días, ya fuera desde el aeropuerto de Durham-Raleigh✈️ , desde un biergarden de Berlín 🍻, desde un mercado en Bangkok 🍤, o desde su piscina infinita al atardecer en Phuket 🌅 (que era la madrugada en Durham 😬).

Después de eso, tomó un largo vuelo de regreso a Estados Unidos vía Manila y aterrizó en Los Ángeles. Tenía que ir (o eso fue lo que dijo) a una conferencia de agentes de viajes en Disneylandia. En todo este tiempo, se mantuvo en contacto y compartió los muchos detalles de cultura mexicana que encontró allí, como el mariachi en Disney y Elvis en Acapulco 🙄

Mientras tanto, Toni también tuvo viarios viajes. Fue a Nueva Orleans y a Puerto Rico de trabajo (¡de verdad!), a una playa en Carolina del Norte con varios amigos (y Bonnie vio el mar por primera vez), y a las montañas Blue Ridge en un viaje organizado por su trabajo.

Todo ese tiempo, se mantuvieron conectados y mandando fotos de lo que hacían y veían, hasta que Pete finalmente regresó de Los Ángeles, justo el día después de que Toni regresó de las montañas.

Desde entonces, no ha habido un día en el que no se vean o hablen al menos una vez al día, en días felices y no tan felices.